Un dermatofibroma es un tumor benigno muy común de la piel. Se observan más frecuentemente en pacientes de  30 a 50 años, sobretodo en mujeres, y su localización más frecuente es en los brazos y  miembros inferiores. Generalmente se encuentran como lesiones solitarias y asintomáticas, y no es raro que aparezcan después de traumatismos o picaduras de insectos. Los dermatofibromas se dan por una proliferación aumentada de fibroblastos, que son las células encargadas de la producción de colágeno en la piel. Este tumor presenta características benignas, es decir que es una lesión localizada, que no se reproduce y no presenta metástasis en otros órganos del cuerpo. El tratamiento de esta entidad es la resección quirúrgica, aunque debido a la benignidad de esta lesión, no es necesario realizarlo.