Pérdida inesperada del embarazo antes de la semana 20 de gestación. Por lo general, el aborto natural sucede al principio del embarazo, a menudo incluso antes de que la persona sepa que está embarazada. Los signos incluyen manchado o sangrado vaginal, dolor o calambres en el abdomen o en la parte baja de la espalda y pérdida de líquido o tejido a través de la vagina. El aborto natural suele producirse por problemas genéticos del feto. Los factores o afecciones maternos que quizás contribuyan a tener un aborto natural incluyen los siguientes: problemas en el útero o el cuello uterino, infecciones, problemas hormonales, desnutrición grave, fumar, beber alcohol, tomar ciertos medicamentos o la exposición a radiaciones. Una edad avanzada o presentar determinadas enfermedades, como el síndrome de ovario poliquístico, diabetes no controlada, cardiopatías congénitas, enfermedades tiroideas o renales y trastornos del sistema inmunitario, también pueden hacer que una persona tenga un mayor riesgo de tener un aborto natural. También se llama aborto espontáneo y aborto no provocado.